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"La batalla mas difícil la tengo todos los dias conmigo misma"

En verdad es poco lo que puedo contarles de mi infancia, son pocos los recuerdos que tengo en mi cabeza, una vez una psicóloga me dijo que que cuando no son buenos recuerdos nuestra mente los bloquea; la verdad yo no me acuerdo que hayan sido malos, simplemente no los recuerdo. Nací un 10 de septiembre de 1998 en Concepción. Era una guagua muy llorona, mis papas siempre me contaban que lloraba toda la noche y que siempre cuando lo hacía me rasguñaba o me tiraba el pelo. Era el polo opuesto de mi hermana (y hasta el día de hoy lo seguimos siendo) nueve meses mayor, ella era una foto. A medida que fui creciendo me fui convirtiendo en una niñita muy extrovertida, y carismática que siempre saludaba y le sonreía a la personas en la calle. Hasta los 11 viví en un departamento donde abajo había una galería con la tienda de mis papas, yo siempre figuraba paseando por la galería con un coche y mis guaguas. Me acuerdo que era muy conversadora, sino estaba haciendo reír estaba ayudando, siempre ordenando, limpiando ayudando a la nana que tenía en ese tiempo que siempre dijo "la sophia va a ser una excelente dueña de casa", me acuerdo que todos me conocían en la panadería y en la galería. Todas las noches dormía con todas mis guaguas, eran como 30, osino estaba jugando a la profesora con ellas, les enseñaba ingles me acuerdo. Una psicóloga una vez me dijo que el hecho de que jugara mucho con mis guaguas, que las cuidara tanto tanto como si fueran realmente mis hijas era como el sentirme sola, el hecho de necesitar cuidar a otros y ser cuidada. Me acuerdo que mis papas siempre han trabajado mucho, pero no tengo imágenes de haberme sentido sola en ese tiempo, bueno yo creo que a esa edad uno no logra dimensionar esas cosas. Hoy es como si estuviera pagando por todas esas cosas. Siempre dormía en el fondo de mi cama y tapada hasta arriba, la verdad nadie sabía cómo no me ahogaba, pero para mí era lo máximo, también me han dicho que eso refleja el miedo que sentía, miedo a que? la verdad nose. Hoy en día sacan conclusiones como que desde guagua había una autoagresión hacia a mí, cuando me rasguñaba o me tiraba el pelo, autoagresiones que en cierto tiempo de la enfermedad también existieron de distintas maneras. El 27 de febrero del 2010 fue una fecha complicada para muchos chilenos, me acuerdo que tenía alrededor de 11 años, vivía en un 9 piso, y de un día para otro tuvimos que embalar todo, mis muñecas, mis juguetes, todo, hace un tiempo volví a reencontrarme con todo eso, mis papas creen que eso también pudo haberme afectado, que mi infancia se haya embalado en una caja de cartón.

 

Fui creciendo y experimentando la vida como cualquier ser humano. En el colegio en el que estaba jugaba hockey, destacaba en mí el perfeccionismo, lo responsable y buena alumna, características que jamás pensé que en algún momento de mi vida me afectarían de esta forma. Me acuerdo que hubo un periodo hablando alrededor de los 8-9 años donde siempre me miraba en el espejo y me tiraba piropos, hasta que de un día para otro habían dejado de ser piropos. Hay personas que creen que uno se dice fea para que te digan que eres linda, pero realmente no tienen idea de lo que es mirarse en el espejo y no poder ver ni sentir algo bueno por ti. Hubieron muchas cosas que pasaron el cual son consecuencias del destruido autoestima que tengo, mis papas y yo jamás pensamos que algo podía quedar marcado en mi por tanto tiempo y llegar  a esto. Injusticias, palabras, juegos de niños que uno a esa edad no logra dimensionar las cosas, situaciones que me gustaría mencionar para que no hagan esas cosas con ustedes, con sus hijos, nietos, amigos, primos quien sea, para que logremos poner ojo en situaciones que uno cree que son “tonteras” pero que a la larga pueden provocar mucho daño. Yo no busco culpables, solo quiero crear alerta, porque en ese tiempo cuando yo era una niña nadie te escucha, nadie nos cree porque somos niños. Me acuerdo que una vez me culparon de algo que yo no había hecho simplemente por mi letra, mi letra es en termino de otras personas "perfecta", me acuerdo que siempre me preguntaban si es que la hacía con regla, a mí no me gusta, la encuentro horrible y eso es porque me culparon de que porque mi letra era de esa forma yo era la responsable de un hecho llamado "bullyng", ustedes pensaran ¿y qué importa eso? bueno les explico esa vez dejaron tan marcado en mi cabeza que tener la letra así era algo negativo por lo cual hasta el día de hoy siento que mi letra es "mala" y que debería de cambiarla, quizás si eso hubiera pasado ahora sería capaz de entender que no es mi culpa, que realmente yo no era la responsable pero siendo en ese tiempo una niñita de 8-9 años claramente dejaron marcado eso. Siempre que los profesores pedían un trabajo en un hoja yo lo llevaba en una cartulina, o pedían un trabajo impresiono, yo lo confeccionaba, siempre tuve la creatividad como para dar más de lo que me pedían, y eso era muy mal visto por mi compañeros, me acuerdo que siempre que llegaba con un trabajo gritaban al frente de todos que mi mama me lo había hecho, yo nunca supe cómo defenderme, siempre me quedaba callada, a la edad que tenía sentía mucho miedo cuando decían eso al frente de la profesora, porque claramente los profesores descontaban puntos o algo podían decirte. A lo largo de mi blog podrán ver mis dibujos, un don que claramente uno no adquiere a los 17 años, claramente uno nace con ellos teniendo una mama artista. Después de todos los comentarios para mí era terrible tener que entregar un trabajo, ya al final terminaba diciendo que mi mama me lo había hecho para que no me siguieran molestando, era una niñita asique no tenía forma para defenderme. Por esa situación yo deje de pintar, de dibujar y de mostrar mi talento, talento que volví a descubrir ahora y aun así no logro encontrarle amor a mis dibujos porque a esa edad dejaron marcado en mí que mi arte no era bueno, que mi arte lo hacia mi mama y que yo no hacia cosas como esas. También me acuerdo que desde segundo básico llamaban a mis papas porque yo no quería juntarme con tal niñita, yo creo que uno en segundo básico es libre de juntarse con quien sea, uno a esa edad está aprendiendo, siempre las personas tiende a criticar a los niños, retarlos pero nunca enseñarles. Siempre que ven a algún niño llorar que dicen todos “cállate” pero nadie le pregunta que te pasa. En segundo básico y hasta el día de hoy tengo el derecho de juntarme con quien yo quiera, mientras no descalifique a alguien puedo hacerlo y yo en ningún momento lo hice de mala forma pero siempre los profesores llamaban que por mi personalidad tenía que juntarme con todas las niñitas de mi curso, ¿ridículo no creen?, y podría seguir explicándole miles de situaciones más, solo me queda demostrarles con estas situaciones que son “tonteras” pero que de esa forma se fue pudriendo mi autoestima y fui pensando cada vez peor de mí. La verdad nose porque no fui lo suficientemente fuerte como para que situaciones así no me afectaran, supongo que porque el destino tenía planeado en mi esto.

Mi vida cambio de un día para otro, de un minuto para otro  mi vida normal paso a ser limitada por una enfermedad, deje de hacer la mayor parte de las cosas que hacia hasta ese minuto. Cuando me dicen tienes anorexia, era una palabra casi nueva para mí, la había visto en algunos libros, disertaciones pero sinceramente no tenía idea de lo que se trataba y que iba a ser una palabra fácil de pronunciar, pero difícil de tratar y explicar. En algún momento pensé que iba a poder tomar un remedio y que me iba a mejorar, pero esto no se trata de eso. Lo primero que me dijeron fue, “sophia tienes anorexia, estas en riesgo, no vas a poder seguir yendo al colegio porque en cualquier minuto te puede venir un ataque al corazón”, mi corazón en ese minuto estaba funcionando lentamente, desde ese día tuve que pasar mucho días en cama. Me acuerdo que estaba aterrada, todo fue tan rápido, tan shockeante. A medida que fueron pasando los días me fui dando cuenta todo lo que había generado la frase “tienes anorexia”, no solo era mi miedo a lo que podía pasar con mi vida sino que también era miedo al mundo, a las personas y sobre todo a vivir. Mi mamá dejo de trabajar para dedicarse a cuidarme, tenía controles médicos prácticamente día por medio, deje de ir al colegio el mismo día en que me diagnosticaron la enfermedad y ahí empecé a ocultarme de todos. Las primeras semanas fue un poco de lo mismo, pauta, subir de peso, controles, exámenes, y empezar a acostumbrarme a la realidad que me iba a acompañar por quizás cuanto tiempo. En el momento en que me toco seguir una pauta alimenticia me di cuenta de mi miedo a la comida, era imposible para mi seguir esa pauta, además de darme cuenta de ese miedo, empezaron a aparecer todos mis síntomas anoréxicos, empecé a esconder la comida, empezaron mis mareos, mis dolores en los huesos, la caída del cabello, la enfermedad se fue apoderando de mi hasta consumirme por completa. Era tan inteligente en ese tiempo, tengo que hablar poco para no aburrirlos asique de contarles detalle por detalle no puedo pero en general, siempre hice lo posible para no subir de peso, un control subía y otro bajaba y así hasta que todo se fue de control y no deje de bajar hasta llegar a riesgo vital. Nadie se explicaba como lo hacía si mi mama no despegaba un ojo de encima mío vigilándome, pero la anorexia era más pilla e inteligente que ella. Me internaron 2 meses en salud mental, ufff momentos difíciles pero sin duda lo mejor que pudo pasar para hoy estar de esta forma.

La autoagresión es muy común en la enfermedad, de hecho el empezar a bajar de peso son claros síntomas de autoagresión. Yo empecé con cortes en la clínica, después llegue 3 veces a experimentar intentos de suicidio. Nunca hablo de esto, me da vergüenza, en la sociedad en que vivimos las personas como yo son catalogadas como “rara”, por lo tanto no voy a entrar en detalles, pero si lo menciono porque si hoy voy a crear consciencia voy a hablar tan claro como hablo en mi vida cotidiana, sin pelos en la lengua, de frente y si hay personas que quieren llamarme “rara” , solo decirles que si ser normal es ser como todos, como la sociedad de hoy en día, prefiero ser rara. Porque a esta altura de mi vida, no me importa una cara fea, un grito más, porque quienes quieren estar en mi vida comparten esta lucha conmigo y intentan de entender lo que es experimentar un sentimiento como este. Y bueno la sociedad posiblemente no va a cambiar, pero yo sí, porque yo no soy así, yo estoy así y eso va a cambiar, porque luchar es mi necesidad y esto no me lo va a ganar. Es verdad, jamás quise morir, simplemente quería estar a salvo y muchas personas piensan que es algo egoísta, pero no tienen idea lo que es vivir esto, lo que es tener esto asique mientras no lo experimentes y ojala nunca lo hagas no puede opinar, porque no te cuento algo que leí ni algo que me contaron sino que algo que viví. Despúes del alta de la clínica estuve con cuidadora en mi casa, mi sombra, se llamaba Claudia, quien me acompaña por mas tiempo de lo que debía, enseñándome, guiándome y entregando uno de los mejores apoyos para enfrentar esto.

Nunca fui capaz de preguntarme porque a mí, siempre creí y sigo creyendo que es una pregunta demasiado egoísta, siempre tuve el coraje de preguntarme para que, para que me paso esto. A lo largo de todo el camino me ido descubriendo la respuesta y a veces agradezco mucho haber tenido anorexia, quizás no debería haber tocado tan bajo pero digo que le "agradezco" a la anorexia por haberme hecho vivir la vida como es, por haberme dado cuenta de en realidad quienes eran las personas que tenía a mi lado, por haberme enseñado tanto tanto y que hoy la persona que soy se lo agradezco a ella, es verdad he perdido muchas cosas, porque la anorexia me las robo, mientras mis compañeras carreteaban, conocían personas, se enamoraban, yo estaba encerrada en una clínica psiquiátrica, y no es malo saben, creo que nunca me voy a lamentar por haberme perdido esos carretes o no haberme podido enamorar las mismas veces que una niña de mi edad y saben porque? porque la clínica me enseño mucho, creo que conocí a personas que nunca voy a olvidar, personas muy importantes y que me enseñaron muchísimo. La vida es así, mientras unos ríen otros lloran, mientras unos caen otros se levantan.

Elvis es más que una mascota, es mi hijo, mi amigo, lo más fiel que tengo, y más que todo eso es la terapia más efectiva que alguien puede tener. El Elvis llego a mi casa después de que me dieran de alta de la clínica, siempre fue mi sueño tener un bulldog inglés y se me cumplió en agosto del 2014. Mis papas creían que podía ser una buena terapia, una motivación para salir adelante, dejar de pensar y tener a alguien de quien preocuparme y jugar. Una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida fue haberlo escogido a él, mis papas tenían razón cuando me dijeron que iba a ser una motivación para mí y el Elvis ha cumplido perfecto su rol de terapeuta, es como si el sospechara que su rol es ese. Siempre he dicho que él ha sido capaz de hacer lo que ningún medico a podido hacer, siempre cuando estoy mal es el primero en darse cuenta, en lengüetear mis lágrimas, en darme los abrazos más sinceros que alguien podria darte. Y a pesar de todo su apoyo incondicional el Elvis me enseño que no importa ser gordito, arrugado y comer mucho, yo a él Elvis lo encuentro hermoso como es. Es verdad que el Elvis puede destruir muchas cosas, comerse mi zapato, mis cuadernos, morder todo pero lo que si tengo claro que jamás romperá mi corazón, jamás se hará independiente, siempre necesitara de mi para darle agua, comida, pasear, jugar a la pelota. A veces creo que hay una conexión tan especial porque se que el Elvis jamás me juzgara ni me cuestionara mis ideas o decisiones, esa conexión es tan especial y no todos tienen la suerte de tenerla con sus mascotas. Todos tenemos una misión en esta vida, yo creo que la del Elvis y lo que el destino quiso fue juntarnos y encargarse de sacarles las sonrisas más verdaderas a una niña, yo en este caso, que necesitaba de el en esta vida, que necesitaba darse cuenta que la vida es esto y que siempre va a haber alguien para ti, puede que el Elvis no hable, puede que no me de ningún consejo pero con tal solo verlo mis ojos brillan y si hoy lucho, me caigo 7 veces y me levanto 8 son por él y porque el siempre necesitara de mí y mi única forma de agradecerle todo lo que él ha hecho por mí es entregarle todo lo que hay en mi, es tenerlo sano, entretenerlo, darle amor porque una mascota no es para cuidar la casa, no es para alimentarla y darle agua es para amarla, y entender que ellos también buscan una misión, el Elvis ya la encontró y yo también, solo busco salir adelante y poder ayudarlos.

 

Esta soy yo actualmente. Mi proceso de recuperación aún sigue, hay días fáciles y otros difíciles, días buenos o malos, días felices o tristes, pero a pesar de todo eso mi objetivo es claro. Siempre mis doctores me dicen que el camino lo tengo marcado, pero el problema es cuando me salgo de él. La vida me enseño a porrazos, logre entender que si me caía 10 veces tenía que levantarme 11.

Siempre creí que no sacaba nada en ver todo negativo, que esto algo me iba a enseñar y bucha que me ha enseñado, que tenía que sacar algo positivo de esto y ahí es donde nace mis ganas de ayudar, donde nacen mis ganas de luchar. Es un camino súper largo y difícil porque a pesar de querer salir adelante las consecuencias aparecen y aparecen, hoy a veces me cuesta mucho levantarme por dolores musculares o por consecuencias de todo el daño que le provocaste a tu cuerpo. Pero en mi cabeza la palabra imposible no existe, yo no estoy luchando para decir aprendí a vivir con esto sino que yo quiero ser capaz de decir lo superé, ser capaz de retomar el deporte que me gustaba practicar antes de esto y vencer mi cabeza, mis consecuencias y todo lo que ha generado el tener un diagnostico como este. Actualmente es mucha la impotencia que siento, a veces el querer salir adelante no depende de mí sino que depende de mi cuerpo, de si tengo dolor o no tengo dolor. Algo tan simple como querer dibujar, querer escribir, querer salir a pasear al Elvis es muy difícil, hay veces en que ni siquiera puedo tomar un lápiz y ahí esta esa impotencia de porque, si tengo manos, tengo las ganas pero mis articulaciones, mis músculos no me lo permiten. Pero como dijo Denisse fuentes “si somos capaces de destruirnos, somos capaces de reconstruirnos” y a pesar de que me digan mil veces de que lo más probable es que jamás pueda volver a jugar hockey o hacer deporte, yo no voy a dejar de luchar hasta poder hacerlo porque mi historia la escribo yo, y yo quiero escribir que pude jugar, que pude el día de mañana lograr hacer cualquier cosa que quería a pesar de mi cuerpo, y de mis consecuencias.

Actualmente termine 3 medio con exámenes libres, el próximo año voy a cuarto y después de dos años volveré a ponerme uniforme. Mi peso es estable desde que salí de la clínica, bueno ahora hubo un desajuste pero nada que no se pueda arreglar. Siempre he dicho que mi recuperación no se basa en el dia de mañana poder comer comida chatarra o chocolates, pero si estoy poniéndome metas de poder salirme de mi pauta, de poder probar nuevas cosas cuando tenga ganas y de que no sea un tema social, el de poder salir con alguien a tomarme algo y que mi enfermedad no sea un limitante como es hoy en día.  Cada día estoy más motivada, cada día logro nuevas cosas, y la palabra perseverancia es la protagonista de todos mis días. La  vida no termina de sorprenderme, de decepcionarme, o de cautivarme pero lo que si tengo claro que elegí vivir, que elegí luchar y jamás bajar los brazos porque mi vida vale más que una simple caloría.

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